Fuente : Marca.com.
Jeremy Lin es un jugador de los Rocket de Houston , ya que los Knicks decidieron no igualar la oferta que recibió. El base fue la sensación de New York la pasada temporada protagonizando un cuento de hadas. Sin embargo, cuenta en Sporst Illustrated lo duro que ha sido recibir la llamada que le confirmaba su baja de los Knicks.
El GM de Nueva York, Glen Grunwald, llamó a la casa de los padres de Lin en California. La conversación duró apenas treinta segundos, según cuenta Lin: "Queríamos que te quedases pero no ha podido ser. Da saludos a tu familia y mucha suerte en el futuro".
Los 25 millones eran una oferta demasiado alta para los Knicks, especialmente los 15 del tercer año que provocaban que la franquicia de Nueva York tuviese que pagar un impuesto de lujo altísimo.
El base reconoce sin tapujos que se siente triste por tener que dejar la Gran Manzana: "Honestamente, preferiría haberme quedado en los Knicks, pero mi principal objetivo al ser agente libre era ir a un equipo que tuviese planes para mí y me quisiese. Yo quería divertirme jugando y ahora estoy definitivamente aliviado".
Lin no puede ocultar su desencanto, ya que se veía con opciones en los Knicks después de haber cenado con el entrenador Woodson: "Él me dijo que iba a ser titular y que iba a ser una parte importante del equipo. Me hizo mucha ilusión". Unos días después el base de origen asiático era agente libre y los Knicks se mantenían a la expectativa. Houston apostaba por él.
Los Rockets le habían cortado hacía apenas meses y ahora le ponían encima una oferta millonaria. Lin estaba satisfecho con la actitud de Houston: "No paraban de decirme lo mucho que sentían haberme cortado y el enorme error que había sido. Me lo dijeron muchas veces".
La llegada de Felton a los Knicks fue lo que le hizo a Lin darse cuenta de la realidad, "Fue la primera vez que pensé. Oh, guau, quizá no vaya a volver a los Knicks". El base de los Rockets reconoce el cariño que tiene a su ex equipo, pese a que no vuelva a jugar con la franquicia de Nueva York, los meses que vivió allí y fue el centro del mundo no se los quita nadie: "Me gustan los aficionados de Nueva York hasta morir. Ellos eran la principal razón por la que quería volver, como me trataron y me apoyaron la temporada pasada. Fue lo mejor que he vivido. Recordaré hasta la muerte lo que New York ha hecho por mí. Quería haber jugar para esos aficionados toda mi vida", explicaba Lin.