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domingo, 11 de septiembre de 2011

Argentina gana el oro preolímpico por primera vez


Final sin el nerviosismo de la clasificación en juego, pero final al fin, y con Argentina y Brasil de por medio. Nada de relajamiento o falta de interés.

Y, de entrada, pareció Argentina por lejos el más interesado en quedarse con el oro, porque ofreció su mejor defensa del torneo, maniatando a Huertas en sus intentos de penetrar y descargar, porque no se dejó tomar rebotes ofensivos y porque presionó el balón con dureza.

Brasil no podía defender a Scola en el poste bajo y pese a la mayor altura de Marquinhos sobre Delfino, el Lancha le clavó dos triplazos. Del 6-8 inicial, Argentina metió un parcial de 15-1 y pasó a dominar 21-9, cifra con la que terminó el primer cuarto.

No pudo mantener la diferencia en el arranque del segundo cuarto, entre otras cosas, porque Scola cometió su segunda y Lamas dejó un quinteto con muy poco gol en cancha, lo que complicó el ataque frente a un Brasil que, por mejorar su rebote, comenzó a correr. Achicó la diferencia a 5 (25-20) y obligó al minuto de Lamas. Y a meter a Delfino por Jasen.

De entrada la jugada no salió bien, pero cuando retornó Scola se acabó la sequía. Luifa metió 10 puntos en el cuarto (todos los de Argentina), y los de Lamas recuperaron la ventaja. Fueron 5/5 dobles de Scola más una asistencia a Kammerichs, que puso el 33-22 a 1m49s de final del período. Minuto de Magnano, pero antes, técnica a Huertas. Dos libres de Prigioni le dieron a Argentina la máxima del partido: 35-22.

No fue bueno el cierre de Argentina. Cometió errores tontos (otra mala noche de Delfino), y no tomó buenas decisiones en las últimas bolas, permitiendo que Brasil la sacara barata: 35-27. Scola sumaba 18 puntos en Argentina y Marquinhos 12 en Brasil.

Con un triple de Prigioni, el tercer cuarto arrancó bárbaro, pero Brasil cambió en defensa y Argentina se metió en un estado de confusión general que favoreció a Brasil, que con Rafael y Tiago en la pintura y tres bombas, puso un parcial de 17-5 (43-44).

Obligado por la situación, Lamas mandó al campo a Delfino por Jasen y a Oberto por Kammerichs, colocando el quinteto más ofensivo posible. Le salió parcialmente bien, aunque no pudo mejorar demasiado en ataque. Sí ajustó a Rafael, que dejó de gravitar.

Al final del tercer cuarto, en medio de un clima bien de final, gana Argentina 50-48 con 22 de Scola.

En un clima de tensión se jugó el último parcial. Brasil arremetió de entrada con un parcial de 8-0 ante una Argentina que no pudo tirar cómodo ante la cerrada defensa rival. En el peor momento de desorientación surgió la figura de Kammerichs para intentar dar vuelta la historia. El Yacaré tomó un rebote en ataque y metió cuatro puntos seguidos, y con un doble y falta de Scola, el local igualó en 56 cuando faltaban 6m28s.

De allí en más se jugó con mucha presión. Ambos equipos comenzaron a fallar. Brasil logró pescar algunos rebotes en ofensiva que tradujo en puntos. Una corajeada de Scola para ganar en el uno contra uno llevó la diferencia a cuatro (64-60) con tres minutos por jugar.

Prigioni llevó la diferencia a cinco (67-62) con un triple. En un clima de nervios, Brasil falló la ofensiva siguiente, y en la reposición le cometieron falta a Scola quien volvió a encestar desde la línea para sacar siete (69-62).

Parecía que Argentina lo ganaba, pero increíblemente Ginóbili falló dos libres y Delfino otro. Un triple de Marcelinho faltando 5s le puso más emoción al juego. Ginóbili se la jugó y le cometieron falta, pero metió solo uno (78-75), Brasil tuvo la última chance, pero perdió la pelota en ofensiva, Scola recuperó el balón y tras la falta recibida aseguró la victoria desde la línea.