Cortesía: ESPNDeportes.com
Miami: Los Marlins de Miami anunciaron mediante comunicado oficial que su manager Ozzie Guillen ha sido suspendido 5 juegos por sus comentarios publicados la semana pasada sobre Fidel Castro.
De acuerdo al comunicado entregado hoy a los medios, la suspensión toma efecto desde ya.
Guillén, enfrentando las críticas sobre los comentarios publicados la semana pasada en los que expresaba su admiración por Fidel Castro, dijo que volará de vuelta a Miami para responder preguntas en persona sobre sus pensamientos y sentimientos sobre el líder cubano.
Guillén, hablando en el camerino de los Marlins antes de su partido del lunes en la tarde ante los filis de Filadelfia, dijo que se sentía "culpable" y "avergonzado" y quería contestar preguntas sobre el asunto personalmente. Dijo que quería volver a Miami luego del partido del lunes.
"Pienso que eso es lo apropiado para que la gente pueda ver mis ojos y preguntarme lo que me quieran preguntar."
Se espera que se lleve a cabo una conferencia de prensa con Guillén este martes en Miami, pero todavía no se conoce ni la hora ni el lugar.
"Quiero terminar con esto. Le dije a los Marlins que quiero volver a Miami tan pronto como pueda, y mañana (martes) es día libre," dijo Guillén. "No quiero hablar de esto en Filadelfia. Quiero estar en Miami y limpiar todo."
Un grupo cubano americano en Miami, Vigilia Mambisa, ha anunciado que hará un boicot y demostraciones contra Guillén hasta que los Marlins lo despidan.
Guillen le dijo a la revista Time en un artículo publicado la semana pasada que amaba a Castro y que lo respetaba por haberse mantenido en el poder por tanto tiempo. Luego los Marlins emitieron un comunicado de prensa clarificando que la organización no tiene ningún respeto por Castro, tildándolo de "dictador brutal que ha causado dolores inimaginables por más de 50 años.
Guillén dijo, cuando leyó sus comentarios el viernes, que se sentía enfermo porque sabía como iba a reaccionar la gente.
"Me disculpó si lastimé los sentimientos de alguien, o si herí el pensamiento de alguien," dijo Guillén a los escritores el sábado. "Quiero decirles que estoy en contra de todo al 100 por ciento -- lo repito --de la manera en que este hombre ha tratado a su gente por los últimos 60 años."
El lunes, Guillén dijo que no le sorprendían las reacciones. "No. No realmente. Hablé con la prensa en Cincinnati sobre esto, y esperaba que sucediera. Me siento mal, porque no quiero decir que fueron publicadas fuera de contexto. Pienso que fue algo bajo. Pero tengo que enfrentarlo," dijo Guillén a la prensa. Guillén dijo además que sentía que era importante responder preguntas en persona, en vez de emitir un comunicado.
"No quiero publicar un comunicado, porque pienso que cuando uno hace eso, es mucha basura. Quiero que la gente vea mis ojos, que vea mi cara y vea lo que digo, que vean lo que quiero decirles," dijo Guillén.
"Como dije, me siento mal, y por par de días, me dolía el estómago, no por lo que dije. Solo porque se que herí a mucha gente. " Los Marlins tienen en calendario volver a jugar en Miami el viernes, cuando comienzan una serie de tres partidos ante los Astros de Houston.
No es la primera vez que Guillén, oriundo de Venezuela, ha hecho fuertes comentarios sobre un líder editorial. Durante su primera conferencia de prensa como manager de los Marlins en septiembre, dejó entrever que apoyaba al presidente venezolano Hugo Chávez.
"No le digan eso a mi esposa, porque ella lo odia. Ella lo odia a muerte," dijo Guillén. "¿Yo apoyando a Chávez? Si yo fuera partidario de Chávez, ¿creen que sería manager de los Marlins? Nunca he sido partidario de Chávez."
Guillen, ex campocorto de Grandes Ligas, llevó a los Medias Blancas de Chicago a ganar la Serie Mundial en el 2005 -- el primer cetro de la franquicia desde 1917. Se fue a Miami luego de finalizar la pasada temporada, entre tensiones con el gerente de los Medias Blancas Kenny Williams.
No es la primera vez que los comentarios de Guillén lo meten en problemas. En el 2006, fue multado y se le ordenó que tomará un entrenamiento de sensibilidad por parte de las Grandes Ligas luego de utilizar epitetos contra un columnista de un diario de Chicago.